Existen muchas prácticas BDSM: las artes del bondage, de la dominación/sumisión, de la humillación, del sadomasoquismo y del fetichismo, todas con diferentes grados de intensidad, más o menos suave. En la opinión pública, el BDSM suele tener mala prensa. Muchos de sus detractores consideran estas prácticas como violentas, vulgares, desviadas, incluso antinaturales. En realidad, las artes del masoquismo, del fetichismo o de la coacción, no están necesariamente vinculadas con una práctica sexual…
El arte de encontrar placer en el dolor
Toda nuestra vida occidental se basa en relaciones de dominación, comenzando por nuestra vida cotidiana: en el trabajo, en nuestras relaciones con nuestros seres queridos e incluso en el hogar. Así que, en algún lugar de nuestra mente, siempre hay une parte de sadismo, masoquismo o fetichismo que se ignora. Y esto no prohíbe en absoluto el placer de vivir, siempre y cuando se respete la relación de confianza establecida contractualmente entre un dominante y un sumiso.
Sin embargo, como lo puedes sospechar, si se habla de sumisión, del sadomasoquismo y de las prácticas BDSM en Wyylde, es para explorar esta dimensión erótica y no para hablar de política.
Juegos y BDSM
A veces en la práctica del BDSM, a los participantes les gusta imaginar algunos juegos sexuales en pareja para condimentar más todavía el acto sexual. Por ejemplo, puede consistir en disfrazarse, o en crear un juego de rol. Háblalo con tu compañero(a) y dejaos llevar por el placer intenso y la imaginación sin límites.
Descubre las 5 prácticas BDSM menos conocidas y pruébalas
Si el Petplay es una práctica BDSM muy utilizada, ¿qué pasa con la educación inglesa, el Munch, el Switch, el Subspace, o otros castigos bastante hard?
El Petplay: el intercambio de poder entre dos compañeros consentidos
Para los principiantes que se habrían perdido en esta página, el Petplay es una práctica BDSM que consiste en un intercambio de poder entre dos adultos que lo consienten. Uno de los dos suele representar el papel de un animal, a menudo llevado con correa. El sexo no tiene por qué ser obligatorio, ni tampoco la humillación. Sólo puede tratarse de un juego sexual en pareja tierno, con o sin relación sexual. En cuanto a los animales y accesorios elegidos, se los dejamos a tu imaginación… Lo único importante es, una vez más, el consentimiento de los socios. Las posiciones sexuales, la disciplina, el papel jugado, las fantasías eróticas satisfechas, el tipo de dominación deseado, el nivel de dolor físico, el placer tomado… Todo depende de la voluntad y de la imaginación de los socios participando en estos juegos. Y créenos, ideas no faltan… Sigue nuestros consejos para iniciarte en esta práctica.
La educación inglesa: un modo de vida enseñado por un dominante a su sumisa
Sin embargo, otras prácticas sadomasoquistas son mucho menos conocidas por los neófitos del mundo BDSM. Y algunas de ellas se convierten en un verdadero arte de vivir. Es el caso de la educación inglesa, por ejemplo. En principio, la educación inglesa es una disciplina de vida inculcada por un dominador/una dominadora a su sumisa(o). Y lo que lo hace tan específico, es la mezcla de castigos que suelen ser más o menos severos (cuando las órdenes no se ejecutan a la perfección), momentos eróticos y juegos sexuales o de rol. Sin una relación de confianza total entre los compañeros, la educación inglesa no puede funcionar e incluso puede resultar peligrosa. Aquí la docilidad es sinónimo de abandono total. El objetivo es lograr conseguir un equilibrio que permita tener placer, e incluso llegar al éxtasis, alternando momentos de violencia física y psicológica, humillaciones y recompensas. Los castigos son necesarios para entender las reglas. El sexo se convierte entonces en una pura delicia que recompensa una buena conducta. También se pueden utilizar juguetes sexuales. La educación inglesa y la sumisión se pueden practicar en sesiones definidas, pero también en la vida cotidiana. Está determinada por un contrato de consentimiento de relaciones sexuales y unos límites.
Sin embargo, como con cualquier práctica BDSM, los castigos cesan inmediatamente cuando se pronuncia el safeword, un término elegido previamente. Cuando uno de los socios oye esta palabra especial, sabe que tiene que parar inmediatamente.
El Munch: el diálogo y el intercambio sobre el bondage y el SM
En realidad, el Munch no es una práctica sexual de BDSM, sino más bien un evento público. Tampoco se trata de unas fiestas liberales bondage o sadomasoquista, ni de un encuentro para conocer a compañeros de juegos BDSM nuevos. El Munch se define más bien como una reunión cuyo objetivo es intercambiar y conversar sobre los temas bondage y SM. El objetivo perseguido es organizar un encuentro BDSM entre sumisos y dominantes con el fin de entrar en el mundillo bondage y SM local. Por supuesto, al hablar públicamente sobre ciertas fantasías, suele suceder que la conversación se convierte en una demostración y el Munch se transforma en Munch play: una verdadera noche BDSM pública. Pero, en cualquier caso, un momento Munch debe ser benévolo y los principiantes siempre son bienvenidos, tanto hombres como mujeres, dominantes como sumisos.
El Switch: el arte de jugar un doble papel
El Switch es un concepto de sadomasoquismo particular. Permite que cada pareja juegue un doble papel, estando de forma alternativa del lado de la dominante y del lado del sumiso. Así, la dominación y la sumisión son experimentadas por cada pareja participando en los juegos SM. El placer es doble. Incluso hay noches Switch donde hombres y mujeres se unen para experimentar un momento de puro placer en la práctica BDSM.
El subspace: un estado de trance vinculado con la práctica BDSM
El Subspace es un estado, un trance, obtenido gracias a la práctica BDSM. Este trance particular solo puede resultar de un trabajo de gradación del dolor de la dominante sobre su sumiso(a). Para alcanzar este estado, se tienen que respetar algunos requisitos previos:
- En primer lugar, la confianza debe ser total entre los compañeros deseando practicar las actividades BDSM.
- Por otra parte, el dolor es un elemento esencial. Concretamente, es la contradicción entre el placer y el dolor que perturba el sistema nervioso, lo que produce la liberación de varias hormonas con diferentes efectos que permiten entrar en el subspace.
- Finalmente, la única manera de llegar al Subspace es tomándose su tiempo. El dolor debe aumentar gradualmente, sesión tras sesión, para acostumbrar el cuerpo a las tensiones físicas.
Hay diferentes grados de inmersión en el Subspace. Esto va desde un nivel inicial, donde la persona sometida permanece totalmente consciente y domina sus capacidades físicas y mentales, hasta un punto extremo donde puede experimentar una regresión a un estado casi primitivo o animal. Estos niveles varían desde el estado «alto» del Subspace hasta su forma más profunda.
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- El facesitting implica sentarse en la cara de tu pareja. Suele ser acompañado de estimulación oral, ya sea un cunnilingus o un anulingus.
- La emetofilia, o «ducha romana», consiste en que uno de los participantes vomite sobre el otro o se cubra voluntariamente con vómito.
- Como parte de la flagelación, una pareja azota a la otra, una práctica común en las relaciones BDSM que simboliza la dominación y a menudo se lleva a cabo de manera leve para evitar lesiones.
- La ginecomastia es una forma de adoración y sumisión donde los hombres consideran a las mujeres como superiores y se ven a sí mismos como seres subordinados u objetos.
- El bondage/shibari es una forma de arte japonés que consiste en atar o colgar a un compañero usando cuerdas, ofreciendo una estética y una sensación únicas.
- La asfixia erótica consiste en reducir el suministro de oxígeno para aumentar el placer, una práctica que puede ser peligrosa y que requiere una gran precaución.
- La electroestimulación es una técnica que implica el uso de dispositivos para proporcionar estimulación eléctrica a diferentes zonas erógenas, proporcionando una sensación distinta.
- Las nalgadas son una disciplina antigua y popular, realizada manualmente, o con instrumentos como bastones, látigos o palillos.
- El sodurómetro implica la introducción de objetos en la uretra, asociada a formas específicas de placer según algunas fuentes.
- La alimentación forzada, o «Feeding», es una forma de dominación donde el socio dominante alimenta al sumiso con el fin de hacerlo crecer.
- La tortura de los genitales masculinos abarca diversos métodos para infligir dolor o presión a los genitales masculinos, según la intensidad de dolor deseada.
- La práctica «de ano a boca«, a menudo llamada ATM, es una acción donde una estimulación anal es seguida inmediatamente por una forma de estimulación oral.
- El pisoteo es especialmente apreciado por los fetichistas de los pies, donde una persona pisa el cuerpo del otro, ya sea descalzo o con tacones.
- En el Donkey Punch, durante una interacción anal, se da un golpe en la parte posterior de la cabeza del compañero para intensificar la sensación.
- Por último, la flagelación consiste en azotar a su pareja. En los juegos BDSM, simboliza la dominación y a menudo se practica de forma ligera para evitar lesiones.
Practicar el BDSM: los distintos castigos
En la práctica del BDSM existen diferentes formas de castigar y recompensar a los hombres y mujeres dominados. Si bien es fácil imaginar que las recompensas suelen ser sexuales, los castigos en cambio pueden ser muy diversos y variados, con o sin accesorios. También aquí se puede observar una graduación del castigo:
- El castigo infligido al cuerpo: desde las esposas hasta los golpes de fusta o las pinzas de pezón bien apretadas, para las más conocidas.
- Insultos o pequeñas burlas: todo depende del grado de sentimiento erótico y masoquismo que se deseas dar a la experiencia.
- La negación del orgasmo: resulta ser el castigo máximo BDSM durante el sexo.
Recordemos una vez más que el consenso sexual es indispensable y que los adeptos de las disciplinas BDSM deben definir juntos límites y un término stop (o safeword). Esta palabra permite poder parar cualquier juego sexual que consideren demasiado violento: el objetivo aquí es evitar que la situación se os vaya de las manos.
Ya estás listo(a) para probar prácticas BDSM nuevas y explorar horizontes sexuales desconocidos. No dudes en registrarse en Wyylde para iniciarte, descubrir y compartir con los miembros BDSM que están en tu alrededor.