Intrigante y fascinante, la eyaculación femenina parece atraer tanto la atención de las mujeres como la de los hombres. Detrás de este fenómeno básico de la sexualidad se encuentran muchas ideas preconcebidas. A veces confundida erróneamente con los episodios «squirt«, la eyaculación femenina se parece mucho más a la eyaculación masculina (después de una estimulación de próstata, por ejemplo) de lo que se podría pensar. Aquí se trata de experimentar una sensación nueva.
Una breve historia sobre la eyaculación femenina
Marie Bonaparte, sobrina nieta de Napoleón I Emperador de Francia, fue una pionera de la sexualidad femenina. Siempre le interesó el orgasmo femenino. Durante años, recolectó la medición de más de 200 mujeres en París. Quería descubrir qué pasa cuando se corre una mujer y porque durante el sexo ciertas mujeres sólo pueden conseguir tener orgasmos clitorianos y no durante una penetración vaginal. Al cabo de sus estudios, empezó a considerar una hipótesis interesante. Según ella, todas las mujeres están hechas de manera distinta. Así que empezó a desarrollar la siguiente teoría: una distancia más corta entre el clítoris y la vagina de la mujer podría aumentar su probabilidad de tener un orgasmo durante las relaciones sexuales con penetración. Sin embargo, estaba muy equivocada: si esa teoría tomaba en cuenta la anatomía de las mujeres, no se interesaba en su madurez psicológica, en su estado de nervios, en su cansancio… Hoy en día, ya sabemos que, para poder tener un orgasmo, una mujer tiene que estar totalmente dispuesta a tener relaciones sexuales. ¡Menos mal!
¿Cuál es la diferencia entre la eyaculación femenina y el squirt femenino?
Estos dos líquidos se confunden continuamente. Sin embargo, se trata de dos reacciones corporales totalmente diferentes. Con respecto a la cantidad, al origen, a la sensación, o al aspecto, el squirting no tiene nada que ver con la eyaculación femenina. También cabe precisar que no son orina.
El fluido del squirting corresponde a un chorro líquido que sale de la vejiga y que se emite a través de la uretra. Durante el sexo, una squirt mujer puede expulsar hasta 300 mililitros de un fluido líquido, indoloro y transparente. Además, es posible encontrar rastros de eyaculación femenina en el squirt de la mujer, pero no lo contrario.
La eyaculación femenina, ¿qué es?
La eyaculación femenina proviene de la vagina y puede pasar completamente desapercibida, ya que la mujer segrega menos de un mililitro de este líquido. Esta pérdida es una reacción fisiológica a la excitación. No se trata de un orgasmo, sino de un efecto de la excitación y del deseo experimentado. La eyaculación femenina puede ocurrir sin ningún tipo de estimulación. Una mirada, unas palabras, o incluso algunos mensajes, pueden aumentar de forma significativa el deseo sexual, lo que acabará provocando la eyaculación.
Este fluido corporal es producido por las glándulas de Skene, la próstata femenina. La particularidad de estas glándulas se encuentra en su localización, a lo largo de la uretra, muy cerca del orificio vaginal.
Eyaculación femenina y orgasmo: todo lo que tienes que saber
La eyaculación femenina no está necesariamente correlacionada con el orgasmo. Se trata ante todo de una respuesta fisiológica del cuerpo a una estimulación intensa del punto G, que estimularía, el mismo, la uretra debajo de la vejiga, o del clítoris. Además, si tus piernas tiemblan y te caes de cansancio, es sobre todo porque has gastado muchísima energía durante la excitación de tus glándulas de Skene (la próstata femenina).
¿Cómo provocar la eyaculación femenina?
En materia de sexualidad, si parece difícil, o incluso imposible, controlar la eyaculación, es posible hacerlo con el squirting. Cuando se corre una mujer, puede eyacular al mismo tiempo. Si esta liberación extrema de líquido te atrae y te apetece probarlo, puedes seguir algunas recomendaciones para entender mejor el tema del squirting y tratar de convertirte en una mujer squirter. Descubre nuestros 6 consejos para ayudarte a aumentar tu placer:
1. Relájate
El primer paso consiste en intentar no concentrarte mucho en lo que puede posiblemente salir de tu cuerpo. La intimidad compartida con tu pareja es lo único que debería ocupar todos tus pensamientos. Ignora el miedo, el estrés y relájate. Solo intenta estimular tus zonas erógenas y escucha las respuestas de tu cuerpo para intentar lograr un orgasmo squirt. En pareja o con más participantes, la comunicación es clave. No dudes nunca en decir lo que quieres de verdad, lo que te hace sentirte bien, tanto en las formas como en el fondo. Y no te tiene que preocupar la cantidad de fluido expulsado durante el sexo. ¡Al final, sólo se trata de una reacción normal al placer!
2. Déjate llevar
No siempre es fácil dejarse llevar, para poder alcanzar el squirt femenino, tendrás que relajarte, dejar de meterte cualquier forma de presión y tener total confianza. Asegúrate de estar en excelente compañía, con un compañero que no te juzgue, y sea capaz de compartir tu éxtasis con el mismo impulso y envidia.
3. Entrénate
Si quieres salir de una sexualidad «vainilla» y aventurarte hacia otras prácticas para sentir sensaciones nuevas, no hay secretos. Te tendrás que entrenar. Estimula tus zonas erógenas (como el clitoris), y prueba, en solitario o con tu pareja, diferentes formas de sentir placer. Mira el sexo como un juego y diviértete. Experimentarás sensaciones ignoradas en tu cuerpo, dominarás posturas sexuales o métodos que incrementarán tu deseo.
Si te preocupa la eyaculación femenina, siempre puedes interesarte en las glándulas de Skene. Estimula la entrada de la vagina, doblando dos dedos hacia arriba y añadiendo una fuerte presión de la mano afuera, hacia abajo. Esta técnica, conocida como “la del Capitán Garfio”, ayuda a estimular esta zona con éxito. ¡Sólo te falta probarlo!
4. Añade un juguete sexual a la ecuación
Otra idea para aumentar el deseo es añadir un juguete sexual para descubrir otras formas de llegar al orgasmo. Sola o con tu pareja, lo podrás utilizar en las zonas erógenas solamente, o como complemento de una penetración. Además, algunos modelos incluso están diseñados específicamente para excitar el punto G y, por lo tanto, invitan a aventurarse un poco más cerca de la eyaculación femenina.
5. Practica la postura del perrito
Al parecer, el perrito es la posición sexual más adecuada para conseguir una buena estimulación de la entrada de la vagina. Si quieres concentrar tu atención en la uretra (y acercarte a la eyaculación femenina), también puedes combinar esta posición sexual con un plug anal, con vibrador o no. Así, te hará cosquillas en la uretra y aumentará tus probabilidades de eyacular.
6. Estate a gusto
Las mujeres squirter no siempre asumen ese líquido, ya que puede dar una sensación parecida a la de orinarse encima. Sin embargo, no tienes por qué avergonzarte. Ya se trate de un squirting o de una eyaculación femenina, estas reacciones psicológicas son naturales y resultan de un placer intenso y una verdadera excitación. Son dos factores imprescindibles cuando uno está teniendo relaciones sexuales. Sin embargo, si deseas probarlo, debes estar cómoda con la posibilidad de perder unos pocos mililitros de líquido. Por ejemplo, puedes tener sexo, o masturbarte, en la ducha, o elegir sábanas que no te gustan, si no estás muy cómoda con la idea de perder líquido.
¿Pueden eyacular todas las mujeres?
La eyaculación femenina se manifiesta principalmente cuando las condiciones son óptimas: estar relajada, cómoda, confiada y preparada para sentir placer. La estimulación del punto G juega un papel crucial, ya que es una zona muy sensible y cerca de la uretra: esto facilita la liberación de este líquido. No todas las mujeres llegan a vivir esta experiencia. Los efectos varían según la mujer y la misma estimulación no garantiza sensaciones idénticas para todas. Algunas posiciones sexuales también pueden ayudar a alcanzarlo.
¿Cuántos tipos de orgasmos femeninos hay?
En materia de corrida femenina, existen varios tipos de orgasmos:
- El orgasmo clitoriano: resulta de la estimulación del clítoris.
- El orgasmo vaginal: por medio de una penetración y estimulación del punto G.
- El orgasmo mixto: por estimulación de varias zonas erógenas.
- El orgasmo anal: por penetración, o estimulación de esta zona. Las paredes del ano tienes terminaciones nerviosas muy sensibles.
- El orgasmo pezones: por estimulación de los senos.
- El sleep gasm: la mujer tiene un orgasmo mientras duerme, o fantasea.
¿El secreto para provocar una eyaculación o convertirse en una mujer squirter? Probarlo todo, y no centrarse en el objetivo, sino en el camino y, sobre todo, ¡diviértete mucho!