La libido no es un río largo y tranquilo. Hay muchos factores que pueden influir en ella. A veces, suele suceder que, dentro de la pareja, el deseo sexual desaparezca. Si al principio de la relación, la sexualidad se intensificaba, tenías ganas de hacer el amor con tu pareja cada vez que entrabais en una habitación, ahora a penas os estáis mirando. De hecho, tampoco os tocáis. ¿Dónde están esas horas exquisitas de excitación mutua y tensión sexual? En primer lugar, que no cunda el pánico. La fluctuación del deseo es totalmente normal, hay períodos en los que el deseo sexual está en su clímax y en otros, donde está más ausente. Para recuperarlo, sigue estos consejos y soluciones.   

¿Cómo recuperar el deseo sexual?

Tanto para las mujeres como para los hombres, el deseo sexual va y viene. Aunque no podemos hacer mucho con respecto a un problema médico y hormonal (solo un profesional, médico y/o sexólogo, puede guiarte en este caso), hay algunos trucos que ayudan a recuperar ese impulso en las fases en las que está completamente ausente.  

Comunícate con tu pareja

Este es el primer paso a tener en cuenta: para la recuperación del deseo sexual, la comunicación es crucial. Tienes que poder hablar libremente con tu pareja sobre la sexualidad, y sobre el bloqueo al que te enfrentas. Elige un ambiente neutral, por ejemplo, en un paseo o en un café, y conversa de forma amable sobre la falta de apetito sexual en la pareja. No le eches la culpa a la otra persona, sino a tus sentimientos y emociones. Esto puede ser una ocasión de percibir el deseo de otra forma, de complacerse, evocar sus fantasías, pero también de solucionar el problema. Si tienes la libido baja, tal vez tu pareja ya lo habrá notado. Por tu parte, si has notado que tiene cada vez menos ganas de tener sexo, o que tiene disfunción eréctil, tal vez no se atreve a hablarlo contigo.   

No te presiones

¿No quieres tener sexo? Está bien, no pasa nada. Te sorprendería saber cuántas personas a tu alrededor no tienen ganas de tener sexo. Muchas personas tienen pocas (o incluso ninguna) relaciones sexuales desde hace meses, o a veces tienen problemas o trastornos sexuales. La actividad sexual es propia a cada uno, no te presiones. El amor y el sexo no tienen nada que ver con la competencia o incluso la idea de rendimiento. El deseo no viene de la condición física, sino más bien de los sentimientos y de la relajación.  

Tócate

Cuando llevamos bastante tiempo con nuestra pareja, podemos acostumbrarnos a la presencia del otro: ya no la miramos/no la escuchamos como antes. Desde entonces, los gestos emocionales simples, como besarse al despertar, abrazarse antes de dormir, tocarse la espalda o tomarse la mano, pueden desaparecer a medida que la relación avanza. Sin embargo, estas demostraciones son indispensables para mantener viva la intimidad de la pareja. Tenéis que aprender de nuevo a tocaros sin centraros únicamente en la intimidad sexual pura: dale cariño, ya sea con un masaje sensual, tomando una ducha o un baño juntos… El contacto corporal, especialmente en las zonas erógenas, fortalecerá la intimidad y aumentará la tensión sexual. Puede ser una solución para resolver esta disminución del deseo femenino o masculino.   

No te centres únicamente en la penetración  

A veces, el deseo sexual también puede disminuir, ya que la penetración repetida no es adecuada para todos. Esa rutina de tener sexo solo si hay penetración ya no es válida. Entonces, tienes que tomarte tiempo para dejar aumentar el deseo. No llegues al momento de la penetración o del acto sexual demasiado rápido. Multiplica las caricias, los besos, los masajes, las picaduras, los arañazos… Apuesta por el sexo sensorial. Redescubre el cuerpo de tu pareja estando atento(a) a sus reacciones y sensaciones. Déjate llevar por la intensidad que sube gradualmente y quizás te lleve al orgasmo. Pero lo más importante es saborear el placer compartido y esta experiencia que podría despertar las ganas de repetirla. 

Condimenta vuestras conversaciones 

No es lo primero que te venga a la mente, sin embargo, viváis juntos o no, el arte de la conversación puede influir en tu deseo. En primer lugar, deja de contarle todos los detalles de tu día a través de mensajes. Espera llegar a casa por la noche, en un ambiente íntimo y propicio a la conversación, para tener algo que contarle. Así, no solo le hablarás del tiempo, sino que también podrás disfrutar de una cena o de una velada juntos, profundizando tu conexión emocional con tu pareja. Del mismo modo, puedes animar a tu vida íntima, enviando mensajes sexuales o fotos… Estos mensajes deben ser consentidos, entonces podréis jugar con vuestra libido y aumentar el deseo a distancia, antes de volver a encontraros en persona.  

Lo mejor: escríbele a tu pareja lo que te gustaría hacerle antes de una cita, para luego poder ejecutarlo cuando estéis juntos.   

¿Cómo reinventar las relaciones sexuales? 

No existen ningunas instrucciones reales con respecto a la actividad sexual. Cada pareja define ella misma lo que le parece bien, o no. Sin embargo, algunos consejos pueden ayudarte a reinventar tus relaciones y aumentar la excitación. Salir de la rutina, probar prácticas nuevas, volver a conectarte con los placeres solitarios, con tus fantasías… Aquí te dejamos algunas ideas.   

Romper con la rutina

Tus noches y fines de semana no tienen que ser los mismos cada semana. ¡Condimenta tu vida en pareja! Esto puede incluir actividades sencillas, como probar un restaurante nuevo, ver una película en el cine o ir a un espectáculo, pero también puede ser algo más Spicy. Por ejemplo, podéis hacer juegos sexuales en pareja, revivir vuestro primer encuentro o cumplir vuestras fantasías, pero también descubrir una práctica sexual nueva, como ir a un club swinger. Diferentes opciones podrán condimentar tu rutina, reavivar la llama y de paso, llevarte al orgasmo.   

Utilizar a juguetes sexuales

Si los juguetes eróticos son ideales para aumentar tu libido propia, también pueden utilizarse en la cama con tu pareja, para condimentar el sexo. De esta manera, le añades un poco de novedad a tu ritual íntimo, mientras exploras sensaciones nuevas. Tu pareja puede verte masturbándote con un vibrador o chupador de clítoris. Puedes usarlo para aumentar el placer durante la penetración, o tu pareja puede usarlo para darte placer. Existen muchísimos juguetes eróticos, clásicos, con varias velocidades, utilizables en la ducha, con control a distancia… Sólo tienes que elegir cuál será tu favorito. 

Masturbarse  

Al igual que el uso de sextoys, tener sexo en solitario puede ser una solución para ayudarte a acabar con la falta de excitación. Tanto las mujeres como los hombres pueden necesitar trabajar en uno mismo para recuperar su sexualidad. De este modo, tienes que aprender de nuevo a tocarte, a descubrir qué te da placer (un orgasmo, unas caricias que marcan la diferencia), a pensar en tus fantasías… Así, tendrás todas las llaves para dejarte llevar. 

¿Cuáles son las causas de la pérdida de deseo?

Varios factores pueden explicar una pérdida momentánea de libido: el aburrimiento en la pareja, la rutina, el estrés del trabajo, la presión social, la falta de actividad física, el efecto bumerán de un seguimiento psicológico, una cuestión de hormonas… Las razones de esta pérdida de deseo sexual son múltiples y le pueden pasar a todo el mundo. De hecho, uno de cada siete hombres y una de cada tres mujeres se enfrentan a este problema, a veces varias veces durante su vida. El origen de esta disminución de la excitación masculina o femenina puede explicarse de varias maneras.   

¿Cuáles son los factores que pueden explicar una pérdida de apetito sexual?

  • Trastornos psicológicos, emocionales o fisiológicos: muchos factores de salud pueden influir en el deseo sexual femenino o masculino, puede tratarse de acontecimientos traumáticos (duelo), problemas psicológicos (ansiedad), de la llegada de un niño…   
  • Un problema relacionado con las hormonas: especialmente la toma de anticonceptivos hormonales.  
  • Problemas de salud: enfermedades (como la depresión) o la toma de medicamentos prescritos por un médico influyen en las hormonas y, por lo tanto, en la libido.   

Por último, la regularidad de las relaciones sexuales también tiene un efecto sobre el deseo. De hecho, si no has tenido relaciones sexuales durante algún tiempo, tu cuerpo ya no está acostumbrado a ello. Por eso, el deseo puede irse. Para contrarrestar la disminución de la pasión y la rutina que se instala, la masturbación puede ser la respuesta correcta. Por lo tanto, las ganas de hacer el amor no desaparecen realmente y esto te permite esperar el momento adecuado, cuando te encuentres con tu pareja. 

Los hábitos de vida influyen en el deseo  

Tu estilo de vida también influirá en tu relación con la sexualidad. Sentirse bien en su cuerpo y mente, participa en la dinámica de la pareja. Algunos elementos, como el alcohol y el tabaco, no se combinan muy bien con las ganas de sexo. En efecto, si se suele pensar que es más fácil dejarse llevar después de haberse tomado una copa, no es así. En realidad, el alcohol disminuye el grado de erección en los hombres, favoreciendo un trastorno de esa función corporal, y disminuye la amplitud de las contracciones vaginales y la lubricación en las mujeres. Los hombres pueden alcanzar su nivel máximo de excitación más rápidamente, cuando las mujeres tendrán orgasmos más difíciles.   

La testosterona y la disminución de la libido masculina  

De la familia de los esteroides, la testosterona es la hormona sexual de los hombres. Si bien influye en la producción de espermatozoides en los testículos, también actúa sobre la función eréctil. Además, desempeña un papel crucial en el bienestar y la sexualidad. Algunos hombres no producen suficiente testosterona, lo que puede provocar una reducción de la libido o impotencia.   

¿Cuándo consultar a un médico?   

Cuando la disminución de la libido se asemeja a un problema de salud, es necesario consultar a un médico o sexólogo. Puede tratarse de trastornos masculinos, como disfunción eréctil, problemas de eyaculación precoz o tardía, infecciones urinarias como uretritis para los hombres o cistitis para las mujeres, dolor en los testículos o problemas en la próstata… La pérdida de excitación puede estar relacionada con un factor médico. Si te notas bultos, dolor o si tienes la más mínima duda, una consulta es indispensable para saber lo que te pasa y solucionarlo cuanto antes. De la misma manera, la disminución del deseo femenino puede ocurrir a las mujeres que sufren de vaginismo. Un ginecólogo puede proponer sesiones de tratamiento psicosomático.  

Hablar con los profesionales sanitarios  

Si una libido baja, tanto masculina como femenina, causa sufrimiento, puede ser mejor consultar a un médico y especialmente a un sexólogo. Él sabrá aconsejarte y darte unos ejercicios para recuperar el placer perdido. También te guiará, según lo que explique esta fluctuación del deseo. Además, hablar con un profesional neutral te tranquilizará, eliminará cualquier forma de estrés y presión. 

  

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